NI ADOCTRINAMIENTO, NI INSTRUCCIÓN. SIMPLEMENTE, EDUCACIÓN.

Nuestra presidenta dio ayer una conferencia. La verdad es que no la he oído. Sólo escuché algunas frases suyas en la televisión y, no en un canal que la quiera mal. Lo que oí me llamó la atención. Afirmaba que el Estado tiene que asegurar que la educación sea mera instrucción y que el resto es asunto de los padres. Afirmaciones de este tipo, miradas sin atención, tienen la capacidad de suscitar en muchos padres, y en no pocos profesores, una adhesión inmediata. Pero vayamos despacio. Afirmaciones de este calibre parten, a mi juicio, de un error: la educación es primordialmente un asunto del Estado. No puedo estar de acuerdo con semejante supuesto que comparten tanto aquellos que se denominan socialdemócratas o los que se autollaman liberales. Aquellos insistirán en que el Estado es el que tiene que educar en los valores que el Estado considera -con su visión cuasidivina- como importantes para consolidar la cohesión social. Estos -los liberales- les acusara...